Los viejos navegantes de Internet saben que estos mares ya no son lo que eran. El antiguo escenario de internautas espectadores y visitantes de la web, ya fue. Su protagonismo creció: ya no sólo son consumidores de contenidos sino además
potenciales productores.
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durante la 9 ª Ronda de negociaciones del ACTA
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Hace rato que estamos en el nivel 2.0 de este juego pero poco tiempo más durará. Si hay algo que caracteriza a Internet es la incertidumbre sobre lo que vendrá. Lo único verdadero y cierto es que se trata de una increíble plataforma para
crear nuevas formas y medios de comunicación. Gracias a la Web 2.0 parece que hoy
todos podemos hacer
de todo y compartirlos con
el mundo entero.
Pero cuidado,
sólo lo parece.
Porque detrás de toda esta aparente explosión democrática están los interesados y poderosos de siempre tratando de dominar la situación. Más que nunca, lo importante será entonces mantener
una mirada lúcida y crítica para que esta evolución de la red no se aleje del espíritu democrático que la acompañó desde el comienzo de su uso público.
El modelo de propaganda en Internet: El mercado manda
En la
entrada anterior recordamos el llamado
Modelo de Propaganda que
Noam Chomsky y Edward Herman describen en el ensayo “
Los guardianes de la libertad”. Según los autores, el modelo permite comprender de qué manera las grandes empresas y los gobiernos influyen en el tipo de noticias que se presenta en los medios de comunicación. Dicho en otras palabras,
determinan de qué hay que hablar, qué temas tienen que estar y cuáles no, en la agenda de los medios de comunicación.
Uno de los puntos más importantes de este análisis es la identificación de los
cinco filtros que funcionan como elementos de selección. Los primeros tres accionaban automáticamente sobre los medios como
mecanismos de mercado. Retomar estas conclusiones de
Chomsky y
Herman podrían ser sumamente útil para comparar
el modelo de propaganda en los medios tradicionales con el actual estado de
Internet y así verificar la hipótesis de que
los mismos y viejos mecanismos de dominación ya se están aplicando adaptados al nuevo contexto. [1]
Propietarios ¿o inquilinos?
Sería muy fácil caer en la tentación y sentenciar
"hoy cualquier p... tiene un blog...". Pero ¿sería cierto? A ver, pensemos un poco. Los costos actuales de conexión -más allá de lo accesibles o no que sean para cada situación económica particular- hacen que hoy el acceso a la información tenga un costo comparativo muchos más bajo que en otras épocas de la humanidad. Hoy en un cyber, por el precio de un diario, un usuario puede potencialmente navegar por toda el contenido de la red. Algo impensable hace 20 años atrás. Hasta acá, todo bien. Pero, un momento...
¿quiénes pueden? Porque la realidad es que sólo el
12% de la población mundial tiene acceso a una computadora. Y sólo
el 8% tiene posibilidad de conectarse a Internet. Está bien, la oportunidades se han igualado para muchos, pero
esos "muchos", en realidad, somos muy pocos.
¿Y para publicar? En apariencia, publicar información en la actual Web requiere solamente un costo de conexión ya que existen numerosos servicios gratuitos para hacerlo (blog, flog, sites, podcast, videocast, etc.) Pero no debemos dejar de pensar que estos servicios pertenecen a compañías y empresas que persiguen beneficios económicos directos,
o indirectos a través de
publicidad contextual o mediante el uso de la información obtenida. La permanencia de los servicios entonces, no está garantizada y el relativo respeto a nuestra libertad de expresión y privacidad es parte de la forma en que pagamos por el servicio que nos
prestan (en todo el sentido de la palabra).
El
filtro de propiedad sobrevive en el nuevo contexto -atenuado- en la necesidad de recurrir a
empresas servidoras de conexión y alojamiento de la información. Habría que pensar que para superar este filtro el acceso y la publicación en Internet debería considerarse como
un derecho garantizado por el estado. Sólo de esta manera se podría llegar al ideal de una red democrática, posibilitadora de la
libertad de expresión y acceso libre a la información.
El costo de lo gratuito en Internet
Si alguien en la calle nos regala algo, inmediatamente desconfiamos y pensamos: "¿
y este? ¿que me quiere sacar..?" ¿Por qué entonces no nos preguntamos de la misma manera cómo nos están cobrando en Internet por cada servicio "gratuito" que compulsivamente suscribimos?
Actualmente existen servicios de prestaciones increíbles que se ofrecen, en apariencia, sin costo alguno. Pero nadie vive del aire por lo que debería hacernos pensar acerca de cuáles son sus verdaderas fuentes de financiación. Seguramente
los ingresos por publicidad son algunos de ellos. Y si es así ¿nos afecta de alguna manera? Podría suponerse que mientras tanto el usuario se mantenga independiente de los anunciantes, no tendrá ningún inconveniente. Pero ¿qué sucedería si las publicaciones van en contra de sus intereses? Peor aún ¿que sucedería si además
nuestras opiniones adquieren cierta trascendencia e influencia en "el mercado" de esa empresa. La respuesta ya se escribió: está demostrado que la presencia de empresas anunciantes distorsiona la independencia de las ideas que se publican.
Los auspiciantes influyen. Podrán hacerlo directa o indirectamente, leve o alevosamente, pero siempre influyen.
Si desean que una voz pase a primer plano, lo pueden conseguir. Pensemos en un modo sutil y elegante: desde los
criterios aplicados por los buscadores, que en muchos casos confeccionan su ranking de resultados en base a
links auspiciados o sitios que han pagado para aparecer en el primer lugar. Del mismo modo
pueden hacer "desaparecer" de la web una página al ranquearla en un enésimo lugar.
Nuevamente, la financiación afecta la libre expresión y controla un medio de comunicación.
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Ante cualquier búsqueda en Google aparecen resultados por los criterios en el ranking
y otros por parte de los anunciantes |
La censura sería un modo políticamente incorrecto para que una empresa silencie la voz que la molesta. Así que si no es posible hacer callar,
la opción es que no se oiga. Dentro de un mar de páginas, sólo es posible hallar la deseada empleando un buscador -salvo que se conozca exactamente la dirección- que haga es trabajo por nosotros
¿pero a qué costo?
Todas las voces... ¿todas?
En este punto la situación planteada en los medios tradicionales
parecería mejorar [2]. Hay
más voces para escuchar, más opiniones y pensamientos alternativos disponibles. Si bien la información y el conocimiento es -cada vez más-
un producto de altísima cotización, el esquema de las fuentes autorizadas que proveen
información pre-elaborada y estándar parece haber perdido su importancia. Pero, ¿es realmente así? Porque esas múltiples voces están, pero sólo forma potencial. Hay saber que llegar hasta ellas. Y alguien más pesimista podría decir que
son tantas las voces, tantas que no es posible escuchar ninguna.
Los
buscadores son la herramienta por excelencia para encontrar todo tipo de información en Internet. Es cierto, los buscadores permiten aprovechar la gran diversidad de voces en la red. Se han vuelto indispensables para esa tarea. Pero,
como robots curadores, limitan y filtran la gran diversidad de voces en la red. Y no sabemos con certeza si lo hacen como nosotros queremos. El gran problema con los buscadores está en
sus criterios de búsqueda y ranking. Es indispensable conocerlo y analizarlo (en general no es demasiado publicitado ya que involucra fines comerciales y no siempre puramente informativos) ya que eso determinará a
qué sitios accederemos primero y a cuáles, desde el informe de resultados,
descartaremos.
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El ruido: la mejor manear de tapar una información (útil), es con más información (inútil)
(Dibujo de Eric Drooker - http://drooker.com) |
Nuevamente, entonces,
seguimos a merced del filtro de fuentes originales. Antes, porque promovía los discursos
oficiales y unificados. Ahora, porque ante la necesidad de optimizar recursos,
pre-elabora búsquedas de información que no podríamos realizar de otro modo. Antes accionaba sobre la
posibilidad de expresión, hoy
dirigiendo nuestra atención. Democráticamente hablando,
el costo es alto: deja afuera muchas voces que por no “ranquear” apropiadamente, en la práctica,
no se escucharán jamás. Y cognitivamente se corre el riesgo de que el uso intensivo de los buscadores
modifique negativamente nuestra capacidad de pensamiento critico.
Nunca es bueno dejar que los demás piensen por nosotros.
Conclusiones
Vemos entonces que los filtros se encuentran presentes y vigentes en la Web. Confirmamos que el ejercicio de la libertad en Internet no puede ser impulsado solamente por su propia naturaleza. De hecho existen
mecanismos de mercado que limitan, regulan y promueven determinadas voces y a otras, las silencian. Para poder moverse entre estas "trampas" en la red se necesita entonces de un constante ejercicio del
pensamiento crítico y del compromiso de los usuarios, navegantes y autores que diariamente utilizan Internet. En una
próxima entrada pondremos la mirada en los filtros que se ejercen desde acciones directas de empresas y gobiernos.
Hasta la próxima!
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[1] No se trata de obtener conclusiones científicas ni la mismísima verdad. Lo importante es que nos ayude a pensar críticamente sin no dar por cierto lo que quizás no lo es. Por ejemplo un que medio de comunicación como Internet es democrático o independiente por naturaleza.
[2] A muchos (muchos docentes, sobre todo) les molesta la abundancia de opiniones en Internet y la falta de fuentes "autorizadas y oficiales". Es indudable que ante esto la solución es fomentar el análisis crítico de cada contenido al que accedemos. No comento esto en el texto porque el eje de la discusión es la libertad de expresión más allá de la certezas o confiabilidad de las voces que la ejerzan.
Referencias externas para seguir leyendo:
http://www.derechoaleer.org/
http://culturalibre.org/
Qué es Internet y Cómo Dejar de Confundirla con Otra Cosa (via
www.smaldone.com.ar/)
http://www.laquadrature.net/
http://www.stopp-acta.info/espanol/
Artículos varios. Ver los links en el texto del post.
Nota: trabajo "reciclado" del original realizado para la materia Modelos y Técnicas de la Comunicación del INSPT-UTN.